domingo, 4 de diciembre de 2016

Ya lo decía mi madre...


A veces son reglas, otras costumbres, pero cuando se habla del Real Madrid... son ambas.

Cada mañana la misma retahíla, el rosario que como hija debía entrelazar no solo entre los dedos sino también entre mis neuronas.
Una costumbre.
Una rutina.
Una regla.
Algo... sin posibilidad de disputa que poder ganar.
¿No os va sonando de lo que hablo? No, quizá no, quizá sea demasiado ambiguo y más en estos tiempos donde las costumbres, rutinas y reglas son manipuladas sin posibilidad de replica que no te abogue a ser visto y estar en el hoyo de los rebeldes, están en el pan de cada día.
Pero... ¿acaso se está tan mal en ese hoyo? Se puede convertir en la famosa y necesitada The Nothing Box (si no sabéis  de lo que hablo, os animo a buscar el vídeo en youtube); ¿acaso es tan nocivo que te encasillen por no seguir las normas?; ¿acaso quien puso las normas tenía más neuronas, más raciocinio... más Copas de Europa
Muchos, y de una época para acá más aficionados blancos que en otras épocas, deben creer que ganar esa competición —nuestra competición por Historia y palmarés— es algo fácil y por lo tanto, no conseguirlo es falta de adn, exceso de dinero y ausencia de crítica. 
Cuánto daño hace que deportes cuatro sea en abierto y Real Madrid Tv no, ¡oh, esperad! Que sí es en abierto, solo hace falta querer verlo. Querer; eso que se les critica a los jugadores por su ausencia, pero como se va a querer algo que lleva el sello de FP, en el que también se puede ver y escuchar a personas que no son de nuestro gusto y lo fácil es directamente no prestarle atención y desconocer madridismo como el de Alcaide, David Álvarez o Dani Benavides (criticado como culé de pura cepa) que representan, más que muchos que por pagar un abono creen que su madridismo es innato, un madridismo puro e incondicional. 
Innato; no sé de qué me suena ese adjetivo...
¿Que podríamos estar a nueve puntos del segundo?; sí, pero también podríamos estar a tres.
¿Que Cr no anotó ayer? ; será porque se centra en robar de manera legal (Karim y él deberían estar ya en la cárcel por cometer delitos. La presunción de inocencia no es para ellos. Si la prensa lo dice es verdad).
¿Qué es difícil acudir al trabajo cada lunes y lidiar con el antimadridismo?; desde luego, no tenemos ni palmarés (ahora ya incluso en color y no solo en blanco y negro), ni imbatibilidad merecedora de respeto, ni récords superados, ni goles anotados. ¡Ah!, ni posición respetable en la tabla clasificatoria.

No sé cuántos de los que me leéis conocéis mi pasado, mis críticas a nuestro actual capitán, mi relación amor—odio con él, pero la satisfacción que me provocó ayer fue orgásmica y me quedo corta. Callar la boca así, reconocer con la cabeza bien alta que llevar cada partido ese brazalete le ha hecho más grande, madurar, ser el capitán que tantos años llevábamos deseando, ser el espejo en el que puedan mirarse los recién llegados y las futuras estrellas que nacen en nuestra cantera; porque sí, nacen cada día, pero hay que ver el canal de FP para saberlo y eso escuece.

Se mire por donde se mire, no hay más ciego que el que no quiere ver. Ya lo decía mi madre: «no salgas de casa sin hacer la cama», ayer ningún jugador del Barça la hizo y cuando uno no hace la cama, llega el de Camas y te deja en ridículo por creer que las costumbres, rutinas y reglas no están hechas para ti.
También decía mi madre que «a cada cerdo le llega su san martín» y ¡vaya si llega!

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