domingo, 22 de junio de 2014

La Roja igual a...¿España?

               La Floja, La Coja, La Roja… ¿qué tal España tanto para bien como para mal? Bueno quizás empiezo provocando demasiado.


               Aún recuerdo ese mundial de Corea y Japón, madrugar ilusionada para ver a mi selección, esa que representaba a mi país; porque por aquella época yo vivía a la selección como España, al fin y al cabo es lo que ponía en mi D.N.I, lugar de nacimiento: Madrid, y hasta donde yo entiendo eso es España, como bien se puede leer en mayúscula en la cara anterior del mismo.
               En algún medio de comunicación que no recuerdo ahora mismo, mi cerebro es listo y resetea todo lo prescindible, decían que a Alemania le habían empezado a ir bien las cosas tras copiar a La Roja; argumento sólido donde los haya, ya que los tres mundiales y tres eurocopas que ostenta, son todas después de 2008. Dicen que el fracaso escolar lo sufren las nuevas generaciones, pero yo creo que empezó en la generación de nuestros periodistas favoritos -que son unos cuantos- y obviamente nunca reconocerán. Esos mismos medios de comunicación que confunden Alemania con Munich -esa ciudad donde este año nuestro equipo asombró a nivel mundial- y de nuevo, esta vez en geografía, tienen fracaso escolar.

                Me ha caído una lluvia de palos, por no decir granizada,  cuando coentaba que me daba igual lo que hiciera la selección en este mundial.
¿Qué España -perdón La Roja- no te representa?
¿Qué eres independentista como aquellos de arriba?
¿Qué no defiendes  a tu país?
                Esas solo fueron algunas de las pocas lindezas que he tenido que oír, junto con las miradas de incredulidad que las acompañaban. No es mi intención meter política en mi indignación, pero igual que un partido político no me representa por “mucha” gente que le vote, la suma de indios, culés y un brasileño tampoco lo hacen.
                No es porque los atléticos no lo hagan, este año han merecido estar en la convocatoria algunos de ellos, lo que critico, es que muchos de los que no han estado se lo han merecido también, sin oír crítica alguna. El indio-brasileño por excelencia que como él bien dice, así se siente, no merece mucha más atención porque él solito ya se encarga de retratarse.
                En cuanto a los infravalorados culés, ¡por dónde empezar! Empezaré por aquellos comentarios -no sin argumentos- escuchados tras ganar el mundial. Como esos que decían que todo empezó gracias a ellos, ese equipo que entrenado por el inventor del fútbol, nos había abierto el camino; camino que por cierto contaba solo con tres -de ese equipo descubridor- en nuestra primera Eurocopa. Puyol, Iniesta y Xavi fueron los afortunados a los que les debemos ese primer trofeo internacional, los ocho jugadores restantes no suponen una importancia relevante. Dos años después, con el Barça como único equipo merecedor de halagos -serán las copas de Europa que visten sus vitrinas- llegó el mundial, ese mundial que yo ya comenzaba a ver con recelo, pero sería porque solo sentía envidia del equipo rival. A pesar de todo lloré, sí, lloré con ese gol de Iniesta que nos proclamaba campeones del mundo, sin ser consciente aún de cuanto daño que nos haría ese tanto.               
               Y de nuevo en 2012 no importaba cómo se jugaba, el tiki-taka estaba instaurado como definición de fútbol y los “valors” eran considerados religión futbolística. “Mauriño”, dedos en los ojos y derbis con violencia blanca hacían peligrar que los jugadores de La Roja no pudieran ser eternos. Falta de ritmo, edad y lesiones no influyen en las convocatorias.

               Mou cruzó el charco y el Real Madrid, vuelve a estar donde le corresponde -diez copas de Europa creo que son- y eso escuece. El Marqués -como hijo del Madrid- sabía que tener jugadores blancos era un problema, así que solo convocaría a aquellos imprescindibles por su posición en el campo (Xabi) o por su relación personal (Iker). Y porque tantos no podíamos estar equivocados, el tiempo -que solo él puede poner a cada uno a su sitio- nos ha dado  la razón.

                Durante este año no he sido madridista por no apoyar a mi portero (que por cierto es Diego y no el que me dice la prensa) y con la llegada del mundial tampoco era española porque no apoyaba a iker y su séquito; él si es madridista cuando solo llora y protesta siendo capitán de La Roja, sin embargo cuando no defiende a un compañero como Arbeloa, lleva toda la razón porque… ¿quién es Arbeloa? Solo un defensor de Mou.
                7 Goles en contra y 1 a favor hablan por sí solos, así como ver al yerno de España rodando por el suelo en una de esas grandes salidas que siguen siendo fallo de la defensa , y más, si hay alguno que viste la camiseta blanca como Ramos.
                Que Xabi Alonso habla con sinceridad y hace autocrítica de él y sus compañeros, sale en portada y es señalado porque ¿quién es Xabi Alonso? Solo un defensor de Mou.

                Algo que no deja de sorprenderme, que algunos aún no ven y también me lo critican, es el por qué hay que llamar a España “La Roja” cuando gana y, si pierde, es España…será otro de mis pensamientos radicales heredados de Mou. Por todo esto, y mi reflexión final, no lloro por la eliminación de España y menos aún, por cómo los jugadores han quedado retratados.

                Viendo  todo esto solo me pregunto…

 ¿Para esto has terminado con tu carrera en el mejor equipo del mundo haciendo una llamada al eterno rival y dejando de lado a los tuyos?

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